Habia una vez un gato que era listo y tenia una dueña que era muy buena para con el gato.
Un dia de lluvia que la dueña estaba leyendo un libro el gato se puso encima de su dueña y aprendió a leer el libro.
Desde ese día, cada noche leen juntos un libro muy largo. Y fueron felices y leyeron perdices.
Izan y Lucía.
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