Habian unas ratitas con un carro y un gato blanco y negro.
El carro tenía una mantita blanca que ellas mismas habìan hecho.
Cada tarde se iban a pasear por el parque y luego limpiaban la casa.
El gatito les ayudaba a limpiar la casa con sus orejillas pequeñillas. Y todos juntos formaban una família muy graciosa.
Y cuento contado, ya se ha acabado
Paula y Mireia.
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