Había una vez una cabra y un mono que
eran amigos.
El mono le dijo a la cabra que le
gustaría subirse encima de ella para ver mejor. La cabra se quedó
mirando a las musarañas y pensando.
La cabra pensó que el mono le pesaba
mucho y por eso quería bajarse y la cabra dijo vale. El mono se fue
y la cabra dijo adiós.
Los dos fueron felices y comieron
perdices.
Mireia Hernandez (1º A)
y Laila Gmel (2º A)
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