Había una vez un ciervo que queria entrar para comer y le dijo a un gato que le dejara entrar.
Y el gato contesto:
- Si
Además el ciervo dijo:
- Vale
El gato dejó al ciervo que entrara.
Tambien el gato dijo:
- No empastres en casa...
Más tarde el ciervo hizo un empastre en casa. Después el gato dijo:
- pobrecito
Y le dijo que no pasaba nada.
Así que a partir de ahí fueron felices y comieron perdices hasta el fin.
....FIN....
Àlex Stoian (2º A) y Ahlam (1º B).
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